Para los amantes de la pizza, os dejo una receta ideal para disfrutar de este plato de la forma más sana. Es apta para celíacos e intolerantes al gluten. Os atrevís?
Ingredientes:
½ taza de quínoa cruda
1 taza de agua
2 huevos grandes
¼ taza de queso rallado sin lactosa
Aceite de oliva virgen
1 ½ cucharadita de sal
½ cucharadita de orégano seco
½ cucharadita de albahaca seca
½ cucharadita de levadura
Elaboración:
Coloca la quínoa sin cocer en un colador de malla fina y deja que corra agua fría sobre ella durante aproximadamente un minuto hasta que el agua se aclare. Sacude el exceso de agua.
Añade la quínoa enjuagada y 2 cucharaditas de aceite de oliva a una olla mediana. Remueve de vez en cuando a fuego medio alto durante 6-7 minutos. El exceso de humedad se evaporará y la quínoa comenzará a tostarse.
Cuidadosamente agrega el agua a la quínoa tostada. Lleva a ebullición y luego reduce a fuego lento durante unos 15 minutos, revolviendo de vez en cuando hasta que se haya evaporado el exceso de humedad y esté el grano en su punto, al dente.
Pon la quínoa cocida en un tazón grande y deja enfriar por lo menos 10 minutos.
Precalienta el horno a 220º y prepara una hoja de hornear con papel de pergamino. Puedes untar un poco de aceite o mantequilla para que no se pegue demasiado
En un tazón pequeño mezcla los huevos, 1 cucharadita de aceite de oliva virgen, la sal de ajo, el orégano, la albahaca y la levadura. Bate hasta que esté todo bien combinado y homogéneo.
Añade el queso a la quínoa y combina.
Añade la mezcla de huevo a la quínoa y remueve bien hasta que esté todo bien combinado.
Extiende la masa de quínoa en una capa de 1 cm aproximado en la forma deseada.
Hornea durante 20 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse. Y voilá!
Una vez hecha la masa puedes añadir los elementos de la pizza y volver a meter al horno durante otros 5 minutos.